Publicamos aquí la entrevista realizada a Iñaki Arrieta (Inmobiliaria Arrieta) en el Diario Vasco titulada «El pequeño comercio de Gipuzkoa pelea por sobrevivir a la pandemia del coronavirus» y que se puede leer de forma íntegra en su edición digital aquí.
«Estamos parados. Nadie compra o alquila una vivienda sin visitarla»
Hasta que el confinamiento no se levante por completo o se especifique que aquellos que se disponen a comprar, vender o alquilar un inmueble pueden salir a la calle, Iñaki Arrieta está atado de pies y manos. En la inmobiliaria que dirige y que lleva su mismo nombre ya han avanzado todo cuanto han podido, incluidas dos operaciones que se iniciaron antes del confinamiento y que ha podido finalizar «gracias a tener la firma electrónica instalada», por lo que ya no les queda más que esperar. «Nadie compra o alquila una vivienda sin visitarla, no es como comprar un pantalón, es más complejo». Cuenta que su agencia hace tiempo que ya instaló fórmulas para poder visitar los pisos con imágenes en 360º, «que te permiten avanzar por el pasillo o asomarte a la ventana» para mejorar el servicio, pero aún asumen que la visita presencial es insustituible por lo que ya se preparan para hacerlas, cuando se pueda, ataviados de guantes y mascarillas, como está estableciendo en un protocolo el Colegio de Agentes de la Propiedad.
La suya es una de las empresas guipuzcoanas que ha tenido que recurrir también al ERTE para garantizar la continuidad de su plantilla cuando todo vuelva a la normalidad. Y aunque la merma económica está siendo importante, eso no significa que estén de brazos cruzados, lo que para bien o para mal le mantiene con la mete ocupada. «Hemos atendido varias llamadas de arrendatarios solicitando reducciones de renta y hemos llamado a propietarios para alcanzar acuerdos razonables para ambos. En general, estas cuestiones se están aceptando muy bien».
Entre papeleo y papeleo también aprovecha para hacer formaciones «además de las reuniones para ver cómo incluir novedades tecnológicas o cámaras que puedan hacer la experiencia más real». Eso sí, todo a través de videoconferencias, una herramienta que está convencido de que han llegado para quedarse. «Hasta antes del confinamiento no teníamos muy interiorizado su uso pero en adelante seguro que se utilizará muchísimo», asevera.
Otra de las cuestiones que genera cierto temor a compradores, vendedores y también a inmobiliarias es qué sucederá con el precio de la vivienda a la salida del confinamiento. Iñaki asume que «puede haber un pequeño parón inicial debido a la incertidumbre y eso puede provocar que quien tenga prisa por vender tenga que hacerlo a un precio inferior, pero la situación no es la misma que la de 2008», pronostica.